Se presentaba el partido ante Eslovaquia como el más difícil de la fase de clasificación para España, y bien que lo fue.
La crónica del partido, los goles y las ocasiones de unos y otros están ya más que comentadas, evidentemente cuando se pierde un partido ante un rival como Eslovaquia, pilla repaso hasta el fisio. No nos alarmemos, la clasificación para la próxima Eurocopa no debe correr peligro para los actuales Campeones de Europa, aunque dicha despreocupación tiene que ver más con el formato de clasificación que con el juego que desde hace un tiempo viene desarrollando la Selección Española.
Si analizamos línea por línea todas ellas han sufrido un descenso significativo, un desgaste que a día de hoy no tiene solución a corto plazo, y cuando se trata de un equipo que viene de ganar todo lo que ha ganado en tan poco tiempo, la presión por buscar soluciones no entiende ni de medio ni mucho menos de largo plazo.
En la portería, Iker Casillas no atraviesa su mejor momento precisamente, la suplencia el año pasado en Liga y la actuación en el pasado Mundial, han hecho que el Capitán de la Selección haya bajado el nivel que en él es habitual. El debate en la portería de España está más abierto que nunca, pero a día de hoy quien únicamente puede relevar a Iker con ciertas garantías es David de Gea, pero se da la circunstancia que el joven guardameta tampoco está pasando por su mejor nivel en el Manchester United. Victor Valdés, aún sin equipo, tendrá muy complicado volver a vestir la camiseta española, Pepe Reina ha pasado a un segundo plano con su marcha al Bayern. Habrá que esperar a futuras convocatorias para saber si Del Bosque cuenta con otro portero, Roberto Jiménez o Miguel Ángel Moyá pueden ser alternativas a tener en cuenta.
En la defensa, la marcha de Puyol supone un lastre de difícil reparación, la pareja que formaba con Sergio Ramos cumplía con todas las garantías. Si a la marcha del bravo jugador catalán hay que sumar la baja por lesión del central del Real Madrid, el problema se agiganta. En las bandas hay alternativas de garantías, en calidad y en cantidad Juanfran, Carvajal, Azpilicueta, Alba, Alberto Moreno..pero en el centro de la zaga Vicente del Bosque no termina de dar con un acompañante para Sergio Ramos.
En el centro del campo es donde más vulnerable se ha vuelto la Selección, y no porque haya perdido la posesión del balón, sino porque la circulación del mismo ya no tiene la velocidad de antes, la fluidez en el juego se atasca en el momento en el que el rival se encierra atrás, colgar balones al área se ha convertido en un recurso cada vez más usado pero estéril. Pero si carencias hay en el apartado ofensivo, no menos las hay en el apartado defensivo, la figura del doble pivote ha perdido peso, cada vez se recuperan menos balones, se presiona peor y en ocasiones da la sensación de que sobra uno de ese doble pivote. La marcha tanto de Xabi Alonso como de Xavi Hernández han mermado considerablemente el medio campo español. Eran los directores de una orquesta perfectamente afinada, los que marcaban las pautas y el ritmo del partido, actualmente no hay jugadores como ellos.
En la delantera dos circunstancias parecen cada vez más claras, que Diego Costa goza de una confianza desmedida, una confianza que no ha devuelto el hispano-brasileño y ya van 6 partidos y el balance es de poco más que unos tiros a puerta y provocar el penalti ante Holanda, un balance bastante pobre. Y la otra circunstancia es que Fernando Llorente no goza de esa confianza, cuando en partidos como el de ayer puede ser el delantero ideal. El adiós de David Villa de la Selección ha supuesto otro déficit de difícil recambio para el combinado español, a pesar de ello, Paco Alcácer está siendo de lo poco positivo que se puede sacar en los últimos meses.
Vicente del Bosque es un entrenador que sabe jugar con la presión, pero dicha presión cada vez será mayor si los resultados y el juego desplegado por la Selección no acompañan. La confianza en este equipo campeón es mucha, pero lo cierto es que cada vez queda menos de ese equipo campeón.