La Selección Española sub-21 ha sufrido una dolorosa derrota ante Serbia con doble castigo, eliminada de la fase final de la próxima Eurocopa, donde no podrá defender el título, y apeada de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
El partido fue un monólogo de toque estéril de los jugadores de Albert Celades, Isco y Sergi Roberto tocaban una y otra vez pero a 30 metros de la portería serbia, los balcánicos se encerraron atrás y con una defensa ferrea y ordenada apenas recibieron ocasiones de peligro en el primer tiempo. Cuando un equipo plantea un partido como lo ha planetado Serbia, el gol solo lo puede conseguir de una contra esporádica o en una jugada fortuita, en el primer gol serbio se dieron ambas circunstancias, pues Kepa solo apareció en el primer tiempo para recoger el balón de su portería en una rocambolesca jugada, en la que Saúl Ñíguez acabó metiendo en propia meta. La referencia ofensiva de España en ausencia de Morata la ocupó Munir, pero el delantero del F.C. Barcelona jugó muy retrasado de la portería rival y apenas entró en juego en la primera mitad, Deulofeu fue incapaz de crear peligro por banda y fue sustituido en la segunda mitad. Una segunda mitad en la que España salió a por todas desde el primer minuto, pero hasta que no llegaron los cambios, no se apreciaba diferencia con respecto a lo visto en la primera mitad, Sandro, que entró por el lesionado Muniain, fue la referencia ofensiva que hasta entonces no tuvo el combinado español, la entrada de Oliver y Sarabia dio otro aire al equipo pero insuficiente incluso para generar ocasiones de peligro.
Sergi Roberto anotó en el descuento y cuando las gradas del Ramón de Carranza se disponían a celebrar el gol de Munir, el delantero hispano-marroquí no acertó a rematar un balón suelto en el área serbia, en la contra, Kostic si acertó a batir de nuevo a Kepa y acabar con el sueño olímpico de España y dejarlos sin Eurocopa.
La decepción de los jugadores españoles era enorme, el apoyo de la afición gaditana no menos enorme, pero las decisiones que se han tomado últimamente en torno a los sub-21, no han estado a la altura de una generación de jugadores de una sublime calidad. A nadie se le escapa la gran decepción y el rotundo fracaso que supone no estar en la próxima Eurocopa y mucho más, no estar en los Juegos Olímpicos. Lo que España se jugaba en esta eliminatoria era mucho, era mucho prestigio el que estaba en juego, el suficiente como para no permitirse el lujo de dejar de contar con jugadores como Bernat o Alcácer para que jueguen en al absoluta contra Eslovaquia y Luxemburgo. Se jugaba España demasiado como para no evitar una absurda tarjeta amarilla a Morata en el descuento del partido de ida, y que le ha privado de estar en la vuelta.
Parece ser que el deseo y las prisas por buscar el famoso relevo generacional han traído consecuencias muy negativas para el fútbol español, esta generación de futbolistas, esta Selección, se merecían estar en los Juegos Olímpicos, no se merecían esta derrota.
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